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Miércoles 10 de Mayo de 2017 09:22

La verdad acerca de Codelco

“Sin duda que el desempeño de Codelco es elogiable”, asevera Julián M. Ortiz, Ph.D, Profesor Asociado, Robert M. Buchan Department of Mining, Queen´s University (Canadá). “Codelco es una compañía compleja, que debe administrarse de manera diferente a una empresa privada. La estatal genera beneficios que van mucho más allá de los simples ingresos. Es un generador de desarrollo, de tecnología y es un empleador relevante en regiones donde estos trabajos son necesarios”.

Muy similar es la opinión de Alberto Cortés Alvarez, Dr. Ingeniero en Minas y Director de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de la Serena, quien califica como “meritorio el resultado de Codelco, considerando que 2016 fue un año muy difícil para la industria a nivel global. Ello debido a problemas de carácter externo e interno de la empresa, algunos controlables y otros no”.

Respecto de los problemas externos no controlables, Cortés hace hincapié en la caída del precio del cobre en los mercados internacionales, que perdió en el transcurso de un año un 11,5% de su valor, pasando de US$2,49 la libra a US$2,20 la libra.

“Adicionalmente, en 2016 las mineras nacionales se vieron afectadas por la caída del 6,06% en el precio del dólar, que pasó de $710 a $667, impactando negativamente en los ingresos por ventas de los productos minerales”, grafica el experto. 

En contraste, esta tasa de cambio generó una rebaja en el precio de materias primas relevantes como el barril del petróleo, recuerda Cortés, “lo que se tradujo en costos de energía más competitivos. Ello benefició a Codelco, dado que la estatal estaba entonces con contratos que bordeaban los US$130 por MWh, para posteriormente encontrase levemente por debajo de los US$100 por MWh”. 

Ahora bien, un problema interno que afecta a toda la industria minera en Chile, advierte el decano de la Universidad de La Serena, es que sus yacimientos son profundos, con metalurgia compleja y explotación en zonas de menores leyes, “por lo que los costos aumentaron en forma generalizada. Ello debido principalmente al aumento en las distancias de transporte; la dureza del material que elevó el consumo de energía y agua incrementando los costos de estos insumos; y demandas crecientes de sueldos por parte de los sindicatos de trabajadores”.

Notable reducción de costos

Pese al complejo escenario externo, Codelco desplegó una notable estrategia en el manejo de sus costos, enfatiza Cortés, dado que sus costos directos C1 promediaron los 126,1 centavos de dólar la libra, un 9% menos que en 2015, cuando llegaron a 138,7 centavos. “Esta es la tercera baja anual consecutiva en este ítem y es el segundo año en que Codelco obtiene una reducción del 11% en sus costos directos, siendo éstos más bajos que los de sus competidores locales”

No obstante y a juicio del académico, un aspecto que hoy representa una gran barrera para la estatal “es que no puede competir en igualdad de condiciones con las mineras privadas, a raíz de que no puede capitalizarse con el propósito de mantener el nivel de producción como sí lo hacen las privadas”.

“Así, en 2016 la cuprífera debió entregar US$942 millones al Estado”, detalla Cortés, “desglosándose éstos en US$917 millones para la Ley Reservada del Cobre; US$5 millones para el impuesto a la renta; y US$20 millones por la Ley de Royalty”.

Esta situación ha llevado a Codelco a descapitalizarse, sentencia el experto, “manteniendo actualmente una deuda de US$14.245 millones y el hecho de no poder concretar sus proyectos estructurales que implican US$18.000 millones”. 

Con todo, y gracias a que la estatal hizo una buena gestión en 2016, explica Cortes, a lo que se sumó una pequeña capitalización por parte del Estado, “el año pasado Codelco acumuló inversiones por US$2.236 millones para ser destinados en proyectos como Chuquicamata Subterránea y traspaso Andina, sin aumentar su deuda”.

Por último y pese a las bajas inversiones y leyes de mineral, sostiene el académico, la estatal superó su meta de producción en un 1,7%, al elevarse a 1 millón 707 mil toneladas de cobre fino, mientras que la meta era de 1 millón 678 mil toneladas.

Hacia la productividad y excelencia operacional

Al parecer todo indica que la estatal ha movido las piezas correctamente ante el adverso entorno, y el actual momento podría ser el punta pie inicial para aumentar la productividad y recuperar el sitial que le corresponde en la escena local. Incluso, el mismo Pizarro ha puesto énfasis en que la cuprera está aplicando excelencia operacional a su negocio, a fin  de cumplir las metas y materializar los proyectos estructurales que garantizarían una mayor vida útil de sus yacimientos. 

Aunque voces disidentes en la industria apuntan a que aún faltan ciertos ingredientes para que Codelco se suba al carro de la productividad.

M. Ortiz no comparte esta última visión. “Me parece que Codelco está avanzando en la dirección correcta, mejorando sus operaciones, eliminando procedimientos que no aportan a la productividad y enfocándose en la eficiencia. La productividad debe entenderse en el contexto de la estatal, esto es, en operaciones que son de la mayor escala a nivel mundial, muy por encima de lo que podría considerarse normal en cualquier otra parte del mundo”. 

“Estamos hablando de complejidades técnicas en relación a las bajas leyes”, acota el experto de Queen´s University, “a las complejas mineralogías que dificultan los procesos de beneficio; a la profundidad de sus operaciones; y a los ritmos de extracción”.

Cortés vuelve a coincidir con su colega, planteando que en la División Salvador, la estatal comenzó a trabajar en bajar sus costos y mejorar la productividad, formando un comité de gestión, instancia donde en conjunto con las dirigencias sindicales, se revisó todo el proceso al interior de la división.  

“En Chuquicamata, en tanto, también se trabajó en un plan bastante intenso para mejorar los costos, pasando por mejorar el rendimiento y la recuperación metalúrgica”, precisa el especialista. 

En consecuencia, se está generando una condición de productividad en Codelco para apalancar la empleabilidad, asevera Cortés. “De esta manera, al tener comunicación con sus trabajadores, y ellos están entendiendo el mensaje, van a contar con una condición bastante más factible de lograr las productividades que se buscan”.  

Los puntos que urge mejorar

Con todo, lo anterior no es suficiente si se quiere hacer de la minera estatal un actor más competitivo, ya sea a nivel local como internacional. En este sentido, M. Ortíz sostiene que “Codelco necesita mejorar muchos de sus procesos administrativos (contratos, por ejemplo), de modo de asegurar que tiene acceso a los mejores proveedores y que vela por procesos transparentes y justos hacia los potenciales proveedores con los que trabaja”.

“Por otro lado, me parece que un cambio importante que está ocurriendo en la industria minera”, describe el experto, “tiene que ver con automatizar procesos y optimizar resultados con una visión más global. Ello implica evitar poner indicadores de desempeño que apunten a áreas específicas, generando silos de operación. Hay que apuntar a optimizar la cadena de valor en su totalidad”.

En este sentido, agrega M. Ortiz, la incorporación de una visión integrada de operaciones y el uso de herramientas de modelamiento y optimización, permitirán mejorar significativamente la productividad y bajar los costos, mejorando las condiciones de seguridad en las operaciones.

El experto de Queen´s University sostiene que finalmente la industria está entendiendo que debe adoptar tecnologías y atreverse a cambiar la forma en la que se opera. “La sensorización de los procesos permite controlar y optimizar las operaciones. Hay en este ámbito, muchas tecnologías nuevas que están disponibles para ser integradas a los procesos”.

“Además, es importante mencionar que, tanto en el ámbito de la caracterización y captura de datos, como en los procesos mineros, la industria se ha quedado muy rezagada y subutiliza la información de la que dispone”, sentencia M. Ortiz, “además de prácticamente no innovar en las operaciones unitarias mineras (perforación, tronadura, carguío y transporte). Hay mucho espacio para innovar en esas áreas”.

Tan importante como la mayor tecnologización y la innovación, para Cortés la capitalización es tan o más prioritaria. “Codelco no cuenta con financiamiento de largo plazo que asegure al Estado la maximización del retorno de su gestión. Las decisiones no pueden estar sujetas a consideraciones de corto plazo o de ajuste presupuestario de la nación. Por este motivo es prioritario que la empresa se capitalice, para que pueda concretar sus respectivas inversiones”.

Junto con lo anterior, el académico además subraya en la importancia de mejorar prácticas y procesos. A modo de ejemplo, “realizar un estudio sobre la cantidad y características del personal en cada división, a fin de observar si ellos cumplen con los estándares para obtener productividad de clase mundial”.

La relación con los trabajadores

Pese a que actualmente la administración de Codelco ha debido enfrentar nuevas exigencias de los trabajadores de División Salvador y Chuquicamata, respectivamente, recientemente Pizarro ha aseverado que la alianza estratégica entre los trabajadores y la estatal aportaría a un mejor clima laboral y una mayor productividad. 

“Los dichos de Pizarro en este sentido son de una sensatez que no se ve en todos los ejecutivos mineros”, recalca M. Ortiz. “Los trabajadores son una componente imprescindible en esta industria y, como tales, deben participar de los procesos que las empresas viven, deben tener voz en los cambios que se propongan, dado que son ellos los que mejor conocen de qué manera dichos cambios impactarán en las operaciones, debiendo beneficiarse del buen desempeño de la empresa”

De igual forma, el especialista de Queen´s University plantea que un ambiente en el que el trabajador conoce bien sus beneficios y donde no hay incertidumbres, a raíz de cambios o renegociaciones, permite que los trabajadores se enfoquen sin distracción en su trabajo. “Esa es la situación ideal, por lo que la idea de establecer una alianza estratégica hace perfecto sentido”.

En otras palabras, "me parece que el planteamiento de Pizarro apunta a normalizar relaciones con los trabajadores", acota M. Ortiz, “entendiendo que bajo condiciones de normalidad se puede trabajar conjuntamente con los trabajadores para remover potenciales áreas de conflicto o de presiones que finalmente perjudican a la empresa y a los trabajadores”.

“Creo que la seguridad que transmite el Sr. Pizarro, se debe a la relación que existe entre los ejecutivos de la empresa con los trabajadores, y que esta empresa resultó menos perjudicada cuando cayó el precio del metal rojo”, concluye Cortés. “Ello considerando que durante el período de altos precios de la libra de cobre, las contrataciones de Codelco alcanzaron solo el 11%, mientras que la producción alcanzaba un tercio del total”.

Fuente: Direcmin

 

 

 

 

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